La investigación sobre la violencia sexual tiende a centrarse en agresores y coaccionadores masculinos, a pesar de que las mujeres también cometen frecuentemente agresiones sexuales. Por ejemplo, según datos extraídos de las encuestas nacionales y de críminología de los Estados Unidos, en alrededor del 68% de las violaciones sexuales contra los hombres las ofensoras son mujeres.
Esta investigación probó que la violencia sexual femenina perpetrada contra los hombres fue predicha por rasgos de personalidad desadaptativos y actitudes sexuales adversarias en una muestra universitaria (n = 439) y nacional. Esto utilizando como herramienta el inventario PID-5 de la APA.
Este estudio plantea un perfil de la infractora sexual femenina a partir de muestras de mujeres seleccionadas al azar.
Contenidos
¿QUÉ ES EL PID-5?
El Inventario PID-5 de la American Psychiatric Association, evalúa la personalidad y sus trastornos desde el modelo dimensional de rasgos (DSM-5 Sección III). Es una herramienta que orienta el diagnóstico y las necesidades terapéuticas individuales.
Este inventario PID-5 básicamente es un cuestionario que consta de 220 frases afirmativas, donde el individuo selecciona qué tan de acuerdo está con dicha afirmación. Esta es una herramienta comúnmente utilizada en las áreas de investigación y como evaluación. El inventario PID-5 es potencialmente útil para mejorar la toma de decisiones clínicas.
El PID-5 es un medidor que incluye 5 dominios:
- Antagonismo
- Desinhibición
- Psicoticismo
- Desapego
- Afectividad negativa
Para este estudio, también se incluyeron factores como el sadismo cotidiano y las creencias adversarias contra el otro sexo.
Hallazgos del Estudio.
Se encontró que la violencia sexual era más prevalente entre en la muestra general que en la muestra de estudiantes. El 13% de la muestra general contra 6% de mujeres universitarias reportaron haber perpetrado violencia sexual. Para el crimen de violación sexual contra el hombre, el ratio en la muestra general era 4 veces mayor.
De las perpetradoras auto-reportadas, se encontró que el grupo más común (35%) sólo reportaba un evento de violencia sexual. Mientras el segundo grupo más grande era el que reportaba perpetrar en 6 o más eventos (24,3%).
La estrategia más común fue la de aprovecharse del estado de intoxicación de un hombre para que no pudiera ejercer resistencia, seguido por cuestionamientos sobre el aspecto corporal o sexualidad del hombre, la menos frecuente fue la de amenazar con divulgar mentiras sobre la víctima o amenazas sobre finalizar la relación.
El aumento de la tasa en la población mayor y más diversa puede deberse a los limitados esfuerzos de prevención de la violencia sexual femenina hacia el hombre, y enfatiza la importancia de recopilar datos en múltiples poblaciones.
Las creencias adversarias median la relación entre agresión sexual y personalidad. Por ejemplo, ideas acerca de que el sexo opuesto es inherentemente manipulador e indigno de confianza. O que las relaciones entre sexos se basan en el conflicto y no en la cooperación.
Perfil de la Mujer agresora sexual.
El perfil de una agresora sexual es el de una mujer hostil a los hombres, pomposa y excéntrica, disfruta manipulando a los hombres, con creencias anormales y ve el sexo como una competencia donde un participante pierde y, por ende, el otro gana. No ven el sexo como una expresión de afecto.
El perfil de una agresora sexual es el de una mujer hostil a los hombres, pomposa y excéntrica, disfruta manipulando a los hombres, con creencias anormales y ve el sexo como una competencia donde un participante pierde y, por ende, el otro gana. Click To TweetEn conclusión, este manuscrito ofrece evidencia inicial de los rasgos de personalidad PID-5, el sadismo cotidiano y las actitudes sexuales adversarias en la predicción de la violencia sexual femenina.
FUENTE:
Russell, Tiffany y Doan, Corey y King, Alan. (2017) Mujeres sexualmente violentas: el PID-5, el sadismo cotidiano y las actitudes sexuales adversarias predicen la agresión sexual femenina y la coerción contra las víctimas masculinas. Personalidad y diferencias individuales. 111. 242-249. 10.1016 / j.pago.2017.02.019.