Lamentablemente la mayoría de hombres se indignan ante la sugerencia que deberían considerar que así como la mujer tiene actualmente y desde tiempos antiguos reconocidos sus derechos a decidir sobre su Maternidad (que incluye la posibilidad de renunciar a ella) deberíamos al menos discutir por qué nos cerramos fuertemente ante la posibilidad de que los hombres se consideren seres humanos con derechos en igualdad con las mujeres a decidir sobre su Paternidad.
El tema no se reduce al simple uso de un anticonceptivo. Hay que decirlo para acallar a las voces que reducen la capacidad de decisión de un hombre a ponerse un condón. Lo cual ilustra cómo, fuera de ese acto, no se nos reconoce más posibilidad de decisión.
Solo para ilustrar un poco, las mujeres ACTUALMENTE y desde hace mucho tiempo, poseen derechos sobre su maternidad, pueden dar en adopción, alquilar su vientre o recurrir a la ley de refugio seguro si quieren abandonar a un bebé sin que le hagan preguntas. Pronto podrán abortar legalmente.
Los padres no pueden pedir una prueba de ADN para garantizar que sus hijos alegados son suyos, mientras la mujer puede reclamar la paternidad alegada con solo su palabra. Debe el hombre entrar en temas legales para defenderse y muchas veces pagar de su cuenta las pruebas de ADN.
El hombre puede ser engañado por su esposa diciendo que se cuida, cuando ella no se toma las pastillas. Los condones se rompen. La mujer puede robarse los condones usados para auto inseminarse luego (suena increíble pero pasa). Un joven inmaduro puede ser violado por una mujer mayor y esta exigirle pago de alimentos por el embarazo.
Hay decenas de situaciones mucho más complejas, donde inevitablemente el hombre esta contra la pared y atado de manos, porque ni siquiera se le reconoce un sujeto con derechos sobre su paternidad, mismos derechos que sí le reconocen a la mujer.
Es lo que significa la igualdad hoy día, que la mujer disfrute de beneficios mientras el hombre se encargue de pagar las cuentas.